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Vivir lejos de los tuyos cuando eres funcionaria

¡Hola opositoras!


Como ya os he contado en alguna ocasión, hace ocho años aprobé la oposición al Cuerpo de Ayudantes de IIPP. Esta oposición pertenece al cuerpo C1 y es a nivel nacional por lo que una vez que apruebas tienes muchas probabilidades de que tus primeros destinos sean fuera de casa y sin fecha de vuelta determinada.


Para mi esta condición no era un obstaculo porque con 24 años no me importaba cambiar de ciudad y vivir durante algunos años un poco más alejada de mi familia y de mi entorno. Pero creo que es muy imporante tener en cuenta esta cuestión a la hora de apostar por una oposición que conlleva la posibilidad de traslados y cambios en tu vida.


La mayoría de las personas que comienzan a buscar información sobre oposiciones antes de iniciar los estudios suelen centrarse en tres puntos fundamentales:

¿Cuánto se gana, cómo es el trabajo, cúantas plazas salen cada año?


Desde luego son preguntas básicas y debemos tener en nuestras manos toda la información posible. Pero...

¿estamos realmente dispuestos a renunciar a nuestra vida, nuestros amigos, familia, hábitos y costumbres por un puesto como funcionario?

En mi caso, como os he comentado, mis circusntancias personales eran favorables para este tipo de cambios, pero es una cuestión sobre la que todos los nuevos opositores deberían reflexionar para valorar todos los pros y los contras.


¡Con esta publicacion no os quiero desanimar ni solo contaros lo malo!


Pero creo que es un asunto con bastante peso y que hay que valorar con calma para que la decisión sea la más acertada y estudiés con todas las cartas sobre la mesa.


Os cuento un poco sobre mi experiencia:


En España hay más de 80 establecimientos penitenciarios, uno en casi todas las provincias por lo que, en principio, que te destinen cerca de casa no debería ser muy dificil.


¡Pero no! Muchas de estos centros son pequeños y estan ubicados en localidades con una fuerte tradición de funcionarios donde el movimiento de trabajadores es escaso y conseguir una plaza en ellos puede ser cuestion de más de diez años de antiguedad. En otros, en cambio, puede que accedas en tu primer destino de carrera a los tres o cuatro años.

Otra cuestión es la politica de concursos de traslados con lo que te topes en tu camino: puede que haya años que desde Recursos Humanos convoquen concursos de traslados anualmente y épocas en las que no se produzca ningún movimiento.


Como os digo, nadie os asegura vuestro destino ni el tiempo que permaneceréis en él.



En mi caso, cuando aprobé tuve que trasladarme a Madrid para realizar el curso formativo y el primer periodo de prácticas. En tres meses tuve que viven en dos ciudades distintas.


A los cuatro meses me trasladé a Sevilla donde trabaje durante dos años para volver a hacer la maleta y coger el avión rumbo a Gran Canaria.


Todos los de mi promoción estuvimos más de cuatro año sin posibilidad de solicitar un cambio de destino. Durante este tiempo me encontré a muchos compañeros que acabaron viviendo esa etapa de su vida como una pesadilla: lejos de los suyos, viajes constantes, esa sensación de tener vida ni "aquí" ni "allí", dejandose el suelo en vuelos y trenes hasta llegar a casa. Otros hicieron alli su vida y a día de hoy se han instalado allí sin idea de moverse por un largo tiempo.


Por eso os invito a que reflexioneís sobre este tema tan importante y que lo tengáis en cuenta a la hora de opositar.


Para mi personalmente fue una experiencia bonita y que recuerdo a menudo de forma muy positiva. Los momentos duros (que también los hubo) se sobrellevaban con el ánimo de los compañeros que estaban en la misma situación.


¿Os habías parado a pensar sobre este tema?


¡Hasta la próxima!


M.

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