¡Hola a todas!
Hace unas semanas os hablaba sobre la importancia del estudio eficiente y de cómo creo que nuestro sistema de aprendizaje se debería basar más en el estudio de calidad que en el de cantidad.
A lo largo de mi etapa de estudiante me he encontrado a muchas personas que me han "recriminado" el hecho de haber estudiado "solo tres días" antes de un examen, cuando lo normal, supuestamente, era haber pasado semanas.
El estudio eficiente no requiere ser el más listo de la clase, ni que tu inteligencia tenga que ser superior a los que están semanas estudiando. Simplemente es una cuestión de organización del estudio.
No se trata de cuántas horas pasas sentada delante de los libros, sino cómo y de qué calidad es ese tiempo que estás invirtiendo.
De nada vale comenzar a estudiar sin una planificación previa, una organización del material necesario, un horario establecido y unos objetivos programados.
Si no marcamos unas pautas, el estudio se convierte en una mezcla de temas aleatorios que van dependiendo del día y del estado anímico en que nos encontremos.
¡Y no nos engañemos! Para sentarse durante horas con la única misión de memorizar y aprender leyes, el estado anímico siempre suele ir en contra.
Así que os aconsejo que si estáis en ese punto de desgana y desorden deis un giro radical a todo.
Vuelve al inicio, reestructura tu agenda mental y planifica con cabeza.
No te dejes influenciar por lo que hacen los demás, si pasan más o menos horas o más o menos días estudiando.
No te dejes influenciar por lo que los demás piensan que tendrías que estar haciendo, que es pasar mañana y noche encerrada en la biblioteca.
Quizás tú, si cambias a un estudio de calidad, no tienes por qué ser como el resto.
¡Hasta la próxima!
M.
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